domingo, 29 de mayo de 2016

El Estrés y los beneficios de la Tecnología Isocrónica Aplicada

Dada la complejidad del tema, conviene ofrecer una explicación sencilla pero, al mismo tiempo, lo suficientemente clara y específica, de modo que cualquier lector pueda comprender, sin demasiados enredos, lo esencial y más importante de la tecnología isocrónica, como así también su utilidad para el control y prevención del estrés.


Para recordar y como se ha dicho en el libro de referencia(1) , el estrés es una afección que ataca la psiquis, las emociones y el cuerpo de las personas, en el sentido de que lo primero (lo psicológico, las emociones) somatizan luego en la corporeidad de un individuo.




“Un cuadro de estrés debe ser entendido como una realidad existencial nociva y prolongada en el tiempo, que se produce a pesar de las poderosas condiciones naturales del organismo para afrontar situaciones difíciles y agresivas para el equilibrio integral de la persona; y de -eventualmente- corregirlas a la brevedad”.


Así, “el estrés, desde esta perspectiva, no es la resultante de un mero trastorno puntual y circunscripto a una situación específica de tensión, sino que comporta verdaderamente un estadio patológico persistente y acumulativo en el tiempo en cuanto a sus efectos, correspondan o no a una sintomatología perceptible”.


“Ciertamente puede ser atenuado o controlado si es tratado adecuadamente; pero también puede progresar hacia cuadros crónicos de compleja delimitación, a causa -precisamente- de las múltiples formas de combinación y potenciación que admite frente a la variedad inicial de causas individuales de tensión, frustración o temor, por referir algunas”.


Habiendo recordado estos conceptos básicos relativos al estrés, conviene señalar el aspecto más obvio: el estrés comienza (por las razones o eventos que fueran, internos o externos) en la esfera psico afectiva de la persona, alterando perniciosamente su propio mundo emocional y somatizando (de ordinario) en su físico.


En este marco, palabras como ‘psiquis’, ‘mente’, ‘mundo emocional’, ‘esfera psicoafectiva’, aluden, directa o indirectamente, al comportamiento del cerebro humano, tanto frente a situaciones negativas o agresivas, como en el caso del estrés; o tanto frente a estados placenteros y gozosos, como en el caso del esparcimiento, la diversión, o cualquier otra cosa.


Estas reacciones cerebrales frente a cada tipo de circunstancias o sucesos (nocivos o saludables, según los casos), son distintas y casi siempre antagónicas.


Es aquí donde interviene la tecnología isocrónica, integrada al plan terapéutico general, como uno (no el único) de los medios que pueden ayudar a controlar y prevenir el estrés.

¿Cómo funciona? Basándose en el sistema eléctrico del cerebro.

Veamos.

Supongamos un sonido cualquiera que es escuchado por alguien. Ese sonido provoca un ‘estímulo’ en el oído. Cada estímulo es una forma de energía, capaz de provocar una reacción e información sensitiva en y desde el órgano que le compete. En este caso, el oído.

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1 - Eckart Walter E. – Estrés – No me verán llegar - © 2014
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Esa información sensitiva (el sonido escuchado por el oído de la persona), ‘viaja’ al cerebro y recién allí es analizada por este, de manera que el cerebro se hace capaz de identificar, clasificar, interpretar y prepararse para dar una respuesta; y todo ello a partir de esa información que recibió por parte de los órganos sensoriales (en este caso el oído), de tal modo que ‘entiende’ que se trata de un ‘sonido’ de tal o cual característica e intensidad; y no –por ejemplo- de una imagen.


Ahora bien: este proceso que comenzó con un ‘estímulo’ en el oído de la persona (provocado por el sonido escuchado), y recordando que cada estímulo es una forma de energía, para cuando el cerebro realiza todos estos procedimientos, esa ‘energía’ inicial ya fue transformada directamente en un suceso eléctrico, en electricidad, tal y como la entendemos en la actualidad, medible y constatable.


Dicho de otra manera y más allá del mero ejemplo propuesto, considerando que todo el tiempo el cerebro humano recibe informaciones que provienen de los sentidos (el tacto, el oído, la vista, etc.), todo el tiempo –también- realiza estos procedimientos de identificación e interpretación de los múltiples datos sensoriales, y responde a ellos según lo apropiado; por lo que todo el tiempo, finalmente, está no sólo ‘recibiendo’ sino también ‘emitiendo’ energía eléctrica, a la manera de pequeñas señales llamadas ‘impulsos’ .


Por caso, un encefalograma(2) , por ejemplo, registra en una gráfica lineal las variaciones de energía eléctrica que emite el cerebro de una persona durante un tiempo determinado (por ejemplo, unos treinta minutos), y que luego es interpretada por el profesional médico.


Pero ¿cómo se produce la recepción o emisión de la energía eléctrica del cerebro?
A través de distintas ondas cerebrales, a las cuales se les ha dado un nombre (por ejemplo Alpha) para diferenciar a unas de otras.


Cada una de estas ondas (una suerte de pulsaciones o vibraciones), implican –entre otras cosas- un voltaje específico y una frecuencia(3) determinada que se mide en hercios y su abreviatura es “Hz.”; y expresan la situación mental relativa en la que está operando el cerebro.


Por ejemplo: cuando estamos totalmente despiertos, y somos capaces de estudiar, conducir con normalidad, trabajar o hacer cualquier otra cosa habitual, según la tabla de Lesh diseñada por la ciencia moderna, el cerebro humano está operando en una onda llamada Beta, que implica un voltaje de entre 150 y 200 micro voltios, y una frecuencia que oscila entre 14 y 28 Hz.


Cuando nos estresamos, el cerebro trabaja en otra frecuencia llamada Gamma (también conocida como Ram – Alta), que implica un voltaje de más de 200 micro voltios, y una frecuencia habitualmente superior a los +29 Hz., lo cual resulta sumamente pernicioso; para el propio cerebro, en particular, y para toda la persona, en general, por lo ya explicado anteriormente.

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2 - El electroencefalograma, encefalograma o EEG, es fundamentalmente un examen utilizado para estudiar el funcionamiento del sistema nervioso central. Más precisamente, mide la actividad eléctrica de la corteza cerebral. Básicamente, lo que hace es registrar, mediante electrodos especiales, las corrientes eléctricas que se forman en las neuronas cerebrales. Este examen, permite diagnosticar, entre otras, algunas alteraciones de la actividad eléctrica cerebral, que a su vez pueden indicar la existencia de enfermedades como la demencia, la epilepsia, o la narcolepsia, entre otras.

3 - Un hercio es la frecuencia de un evento que se repite una vez por segundo. Por ejemplo, si dijéramos que una onda cerebral tiene una frecuencia de 12 hercios, ello significa que dicha onda se repite 12 veces por segundo. Esta unidad de medida (el hercio), que en muchos idiomas se escribe como ‘Hertz’, se comenzó a utilizar en reconocimiento al trabajo en este campo del físico alemán Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894).
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Cuando, por el contrario, nos encontramos en un estado de relajación y tranquilidad, el cerebro funciona en una frecuencia denominada Alpha, que comporta un voltaje de 100 a 150 micro voltios y una frecuencia de entre 7,5 u 8 a 13 Hz.


Una persona en Alpha, incrementa su creatividad ya que se acentúa el trabajo del hemisferio izquierdo (relacionado a funciones como el habla, la capacidad de análisis y de realizar razonamientos lógicos, abstracciones, resolver problemas matemáticos, aprender información teórica, hacer deducciones, etc.); con cierta desconexión del hemisferio derecho (ligado más a las percepciones, a las emociones, a la intuición, al recuerdo de rostros, voces y melodías, etc.)


Otra onda cerebral es denominada Theta. Aquí, el cerebro opera en una franja que oscila entre 50 y 100 micro voltios, y entre 4 y 8 Hz. En este caso, se da un estado de vigilia serena, se equilibran los hemisferios derecho e izquierdo, y predominan la sensación de plenitud y armonía.


Dicho esto, se propone un ejemplo cotidiano para explicar en concreto cómo actúa la tecnología isocrónica.


Supongamos dos amigos que van a realizar un trámite importante. El segundo de ellos sólo acompaña al primero, que es el verdadero interesado.


Llegado el momento, el que está interesado en cumplimentar el trámite, comienza a discutir por una contrariedad con la persona que lo está atendiendo. La discusión aumenta y se vuelve violenta.


El amigo acompañante, al ver que la situación se puede salir drásticamente de control, opta por detener la discusión y llevar aparte a su amigo. Le habla, lo tranquiliza, le ofrece un punto de vista distinto, le hace ver que nada ganará con seguir confrontando, lo ayuda a ver otras alternativas de solución y, gradualmente, logra que su amigo, ahora más sereno y auto controlado, vuelva al escritorio donde estaba siendo escuchado por el trámite en cuestión, se disculpe con la persona que lo atendía, y establezca una conversación normal con ella, a fin de encontrar una solución.


El ejemplo vale lo que vale. Pero ilustra una característica importante relativa a cómo se pueden enfrentar situaciones de conflicto: gestos adecuados, palabras apropiadas y dichas con serenidad, manifestación de apoyo y amabilidad, y planteos correctivos inteligentes, pueden hacer que alguien, que tal vez estaba a punto del descontrol total (estado Gamma), pueda recuperar en algunos minutos la calma necesaria y el tacto suficiente, como para resolver satisfactoriamente una situación de estrés, en este caso puntual (estado Beta), que bien podría haber terminado en algo mucho peor.


Llegados a este punto, solo resta decir que la Tecnología Isocrónica en relación al estrés, básicamente procede como lo hizo el amigo: lleva (ayuda) a la persona de un estado de conflicto, ira, impotencia, ansiedad, depresión, dolores corporales o cosas similares, a un placentero estado de equilibrio psíquico, emocional y físico.

Con esto, la persona no sólo que perdura en tal estado de armonía durante mucho tiempo (aunque ello depende del número de sesiones y de las características propias del individuo), sino que -además- cultiva (casi sin darse cuenta) el saludable hábito de manejar sus emociones y sus reacciones frente a lo hostil, de un modo razonable, sereno y objetivo.


Por último, dos aclaraciones.

1) La tecnología isocrónica logra estos resultados a partir de sonidos confeccionados según los estándares vigentes, normalmente utilizando las franjas de frecuencia que corresponden a Alpha, Theta o Delta. Pueden o no incluir música. Habitualmente, una sesión con sonidos isocrónicos dura entre quince y sesenta minutos, y la persona sólo tiene que escuchar cómoda y tranquilamente esos ‘sonidos’, preferentemente con auriculares de alta calidad.

2) Si bien más arriba se enumeraron solo algunos pocos ejemplos de afecciones que pueden ser asistidas con la tecnología isocrónica (ansiedad, depresión, dolores corporales, etc), debe decirse que el campo de aplicación de la misma es muy amplio, y puede ser empleada en personas que padecen de insomnio, tanto como para mejorar el aprendizaje, optimizar la concentración y la memoria, reducir la obesidad, tratar las adicciones, ajustar el ritmo cardíaco, equilibrar los valores de la presión arterial, por citar algunos otros ejemplos.)


A continuación, un ejemplo práctico de la Tecnología Isocrónica
Recuerde escucharlo -preferentemente- con auriculares, en un lugar tranquilo, cerrando los ojos y ajustando el volumen.



Walter Edgardo Eckart

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